Complemento a la descripción de Villar de Acero.
A Villar la recorre una calle central, desde el pico hasta el fondo, paralela del río el Tejeira a su su diestra, con sus casas dispersas por sus ambos costados. Entre los edificios hay cercados de piedra que, redondos y ovales, sugieren pallozas recicladas en huertas.
Se accede a Villar viniendo de La Villa, por el puente primero sobre el río Tejeira . Villar con sus gentes abiertas y nobles, es lugar de acogida de estancia y de tránsito a los pueblos vecinos: Porcarizas de frente y Tejeira a la izquierda señalizan letreros en “Pico do Lugar”, primer barrio que sale enseguida al encuentro. Y hacia Airadapedra, desde el fondo de “En Baixo” cruzando otro puente sobre el Porcarizas y a través del collado de “El Goladín”.
Volviendo a la calle principal y central, en sentido del río, enseguida encontramos a la izquierda la Iglesia dedicada a las santas, nuestras mártires vírgenes: Bárbara y Lucía: faro y refugio en tormentas y sombras. El templo es de planta hoy en L y fachada con gran puerta de entrada, rematada en la típica espadaña afilada con las altas campanas de acceso exterior. El estilo es el simple montañés parroquial dieciochesco de los templos de Ancares . Obra en sólida piedra con vidrieras estrechas y losado a dos aguas. Posee otra entrada lateral precedida por un atrio enlosado y que ostenta murales de algún cura pintor. El recinto interior es de única nave con tres clásicos cuerpos: El coro de músicos elevado a la entrada sobre el sitio de fieles con su confesionario y su típico púlpito para las homilías. Y después el altar, con sencillo retablo, presidiéndolo todo. Y luego por fín la gran sacristía lateral adosada en la base de la L.
La cubierta en peldaños nos hace pensar que sería añadido de una ermita inicial. Rodeando el conjunto, un paseo cercado, recorrido piadoso para las procesiones de La Pascua y las fiestas patronales del pueblo.
Siguiendo la calle, el barrio siguiente es “Concello Vello”, lugar donde antaño, reunido en concejo los vecinos del pueblo discutían asuntos de la comunidad. Una puerta sin uso, sirve hoy de tablón, para bandos y avisos de la junta local. A la izquierda está “El Barrio” que precede a “A Costa” una calle en muy idem que cruza la ruta que va a Porcarizas al nivel de La Escuela, atalaya del pueblo.
Volviendo a la ruta de la calle central, enseguida nos vemos en la plaza del “Aira do Teso”. Es la Plaza Mayor, plaza multifunción donde allí casi siempre se celebran verbenas, conciertos y bailes en las fiestas del pueblo y se juega a los bolos en variante asturiana que describe muy bien Ismael en el Foro que tiene Villar en la Guiadelmundo. Pasado esta era, un desvío a la diestra nos lleva al “Barreal” un otero de casas que antecede al lugar que llamamos “El Castro” (una reminiscencia de los celtas ancestros) ya fuera del pueblo .Volviendo a la calle central solo queda al final el “En Baixo” que es el último barrio habitado por vivos.
Luego está el cementerio y entre él y el molino que es la última casa (restaurada a la última) una ristra de huertas con paredes redondas que es la muestra palpable de las casas de antes. Dicen que es por ahí que era el pueblo primero con sus casas de paja. Y a raíz de un incendio lo subieron al sitio actual más moderno, funcional y seguro al ponerle a las casas las cubiertas de losa. Hoy destacan las casas remozadas y nuevas, contrapunto a las viejas que aún conservan armónico ese rancio sabor del pasado entrañable de esta aldea ideal, enclavada al amparo de los montes de Ancares.