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miércoles, 25 de mayo de 2016

Orgullo Rojo


El comunismo está de moda. Hasta en Estados Unidos tienen un candidato marxista que ha logrado amplios apoyos. En Europa Occidental, el fin de la URSS y la caída del Muro presagiaron un continente vacunado a la vista de los sufrimientos padecidos al otro lado del Telón de Acero. Y sin embargo, aquí parece que nada de eso nos ha enseñado nada. En el sur de Europa tenemos la convicción de que el comunismo del Este fue así de brutal y asesino, no por comunista, sino por ser puesto en práctica por las hordas tártaras y salvajes eslavos.

Como si aquí a base de paellas, tinto de verano y milenios de civilización mediterránea fuéramos capaces de hallar la esencia del verdadero comunismo, ése que tan sólo desea dar a cada cual según su necesidad y exigir de cada cual según su capacidad. Por lo visto, el problema del comunismo es que, donde se ha puesto en práctica, no hay quien, por muy comunista que sea, haga trabajar a los antillanos, erradique la crueldad de los boyardos, acabe con la soberbia de los mandarines, ponga fin a las inclinaciones violentas de los coreanos, inocule piedad a vietnamitas, camboyanos y laosianos y sensatez a los sudamericanos.

Se nos quiere convencer de que el comunismo en Europa, especialmente en el Sur, será amable, indulgente, discreto, bienintencionado y sobre todo razonable. El capitalismo salvaje, el neoconservadurismo, el ultracatolicismo, el liberalismo atroz necesitan una respuesta. Y ésta será la del comunismo fraterno e igualitario debidamente impuesto y equitativamente aplicado por quienes mejor sabrían hacerlo y hasta ahora no han tenido ocasión, los occidentales europeos.

Olvidan que en todos los lugares donde el comunismo se ha implantado, su perversidad no ha sido fruto de la idiosincrasia de los pueblos que lo padecieron. La pacífica bondad de los camboyanos, la industriosidad de vietnamitas y coreanos, la incorruptibilidad del funcionariado chino, el carácter vitalista de los antillanos y la bonhomía de los sudamericanos no bastaron para inmunizarlos de la violencia y la ferocidad que el comunismo trae. Lo que hizo que Cuba, Venezuela, China, Corea del Norte, Vietnam, Camboya, Laos y Venezuela acabaran siendo infiernos en la Tierra no fue el carácter cruel o agresivo de sus pueblos, sino el comunismo. Basta para probarlo el ser, a pesar de la existencia del nazismo, la ideología responsable del mayor número de asesinatos cometidos en su nombre.

Y todavía hoy, no sólo se enorgullecen públicamente de ser comunistas quienes lo son, sino incluso quienes lo fueron aunque ya no lo sean. Como si la única forma de ser joven y decente sea la de haber sido comunista. A cambio, a quien teniendo menos de treinta años se confiesa por ejemplo liberal, se le acusa de ser una especie de viejo prematuro sin ideales, incapaz de empatizar con el sufrimiento ajeno. Y luego nos preguntamos cómo es posible que Unidos Podemos salga tan bien en las encuestas. Lo que deberíamos preguntarnos es por qué no salen mejor. E. Campmany





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Luis Mansilla · Madrid
La Ignorancia es muy mala, de hecho Buda decia que era el origen del Sufrimiento.

¿Esta gente sabe lo que era el "Muro de Berlin"?, imagino que no, de lo contrario serian masocas o sadicos, segun se mire.

Miguel Angel Morcillo · Icade - Madrid
Anoche, en la 2 de TVE, había un programa sobre las "emperatrices rojas", convertidas en entrañables abuelitas que no tienen idea de que hayan sido letales para sus pueblos (Albania, China, Rumanía, Alemania del este, Serbia, Costa de Marfil...). La soberbia de estas damas es tal, que no se arrepienten de nada, porque son incapaces de reconocer algún error. Y siempre habrá alguien en Europa que afirme eso de que "lo-de-Rusia-no-fue-auténtico-comunismo" (Bueno, en Rusia, en Albania, Rumanía, Cuba, Serbia, Alemania del este, China...). Y ahora, en España. Malvados estúpidos sin fronteras.

José Antonio Amado Vila · La Coruña
«En cada generación hay un selecto grupo de idiotas convencidos de que el fracaso del colectivismo se debió a que no lo dirigieron ellos» Javier Pérez-Cepeda Vila († 2015)
En nuestra actual coyuntura esta plaga cuenta con varios millones de partidarios.

Lindo Pulgoso
Efectivamente, el comunismo no resiste la menor prueba cientifica, un fenómeno que en todos sus experimentos con distintas variables da siempre el mismo resultado, no puede ser tachado como mutable, es totalmente inmune a los condicionantes, estamos ante la certeza absoluta, donde hay comunismo, hay o habrá miseria y muerte.
Que los medios de comunicación, que los autodenominados "intelectuales y artistas" ,en sus declaraciones y sus obras o bodrios, que en la educación a todos los niveles, sea mostrado como una ideología benefactora de la humanidad, y la única defensora de los oprimidos, es una auténtica aberración ética y moral, es un precrimen, es un suicidio personal y social.
Pero lo peor, es que siga siendo legal, si no lo fuera, a todos los anteriores les resultaría mucho mas dificil y con menos recompensas, la difusión y promoción del comunismo.

lunes, 23 de mayo de 2016

Un "més que un club" cateto

El trajín que han tenido en los Ayuntamientos catalanes con las fotos y bustos del Rey, la ausencia de la Alcaldesa Carmena al izado de la bandera con motivo del 15 de mayo en la capital de España y la pataleta de Puigdemont y Colau refleja el ridículo infantilismo y reduccionismo intelectual que permanece instalado en la izquierda y el independentismo irredentos.

http://www.republica.com/el-observatorio/2016/05/20/banderas-deporte-y-justicia/