A unos 20 Km de La Villa del Bierzo,
por la ruta a Tejeira , pasando La Leitosa,
flanqueado a su entrada por un gran castañar
se encuentra Villar. Su riqueza no es
el metal de su nombre, sino es toda su gente,
su magnífica gente, sus montañas y aguas.
Entre el agua y el monte sobrepasa con creces
a cualquier población de las establecidas
en la
cuenca del Burbia
Así
Sus praderas de río, sus lameiras de fuente,
sus fresnedos y abrairas, sus robledales nobles
que medran y triunfan entre el acordeón
siempre húmedo y virgen de sus montes y ucedos:
Su Balourio y Tardelo, su Peliscos, Teixedo...
Su gran caza y su pesca ....Y no se puede hablar
de Villar sin mención a sus múltiples fuentes
y a sus grandes tesoros:
Los dos ríos caudales
que la abrazan y unidos
desde el fondo del pueblo
Ya tributan conjuntos
al río Burbia en el término
de la aldea vecina: Veguellina de Ancares
Y que ambos rivalizan en la dulce frescura
de sus pozas de truchas.
Y al decir de la gente,
en el rico sabor de las escurridizas
anguilillas de río cuando intrépidas
salvan las represas del Sil. También las que se escapan
de las fábricas-cárceles del vecino Valcarce.
Y que ya cimarronas anguilean aquí,
en riquísimas aguas. Y es que hoy extinguida
esa gran pescadora, la listísima nutria,
quedan claro reclamo de la única especie
que depreda a placer: El berciano que sube
con su caña y sedal. Y delicia es también
para el buen visitante cuando "in situ" comprueba
esa gran calidad de su carne rosácea ,
si hace que
ROSARIO artista en culinaria
familiar y casera, le prepare un menú
algo nada imposible en su casa en Villar
Por las aguas arriba nada más encontramos
los dos pueblos que son cabecera estos
dos magníficos ríos:
Porcarizas a diestra y Tejeira a la izquierda.
A los valles de ambos los separa un macizo,
pizarroso y calcáreo: Guillarín es tal monte.
Monte acedo y que en tiempos fuera edén del centeno
y también de algún tímido y feroz urogallo.
amén de los corzos y perdices y gayos.
Y que están como Dios entre el manto de hierba
y los frutos del soto castañar que rebrota
hasta media ladera. Esta inmensa riqueza
queda inmersa al completo en
reserva de Caza
Nacional Ancaresa Sobre nuestros dos ríos,
centinelas del pueblo, Se ven sendos molinos:
Al salir encontramos, sobre el
ríoTejeira
y pasadas las huertas de
Noguedo y Quintela,
el molino durmiente
del vecino Santiago.
Y en el fondo del pueblo, sobre el
río Porcarizas
resiste el comunal restaurado hace poco.
Al NO del Bierzo, tocando a Cantejeira y también a Tejeira, capítulo aparte, se encuentra La Alzada, junto a Pena Cebral
Maravilla de Braña que se alza a la cota de los 1300, igual que Campolagua , con la misma funciòn con respecto a su origen, a su pueblo matriz:Complemento de fincas y asiento estival de Vaqueiros de Alzada.
Salpicada de fuentes curativas también, como las de Tejeira, aunque menos nombradas. Nada raro pues surgen de igual capa freática y el terreno es el mismo.
El cercano Mosqueiro, conjunto increible de autóctonos árboles, esconde una fuente abundante de hierro que restaura al anémico
Si se cruza la pista que atraviesa la Sierra por su puerto cercano, existe un sendero que te lleva directo en un corto momento, a través de murteira entre acebos y arándanos, a las míticas fuentes de Tejeira en la falda de la Pena Rubia.
Alguna curación milagrosa ocurriera en la Alzada también, al decir de las gentes. Lo verídico es que la gente que iba y tomaba sus aguas durante una novena, al oreo del aire de pureza serrana, bajaba más sana.
A este espacio hoy abierto, sin duda residuo de circo glaciar, se puede llegar por la senda de carro que deja el asfalto que sube a Tejeira, luego de pasar "a fonte da preñada" y antes de cruzar el puente de Trabado.
Este rincón hay que verlo despacio. Recorrerlo con calma, pues aun hoy como está, en total abandono con sus grises pallozas desmochadas y rotas,conserva ese embrujo misterioso y sublime que cautiva al nativo y embelesa al de fuera.

La de la izquierda es Amelinda Poncelas González poco antes de su trágica muerte cuando conducía con su hermano Arturo de Villafranca a Villar. Todos e.p.d.
Texto original de Vilarego2000: Alejandrinos blancos.
Complemento a la descripción de Villar de Acero.
A Villar la
recorre una calle central, desde el pico hasta el fondo, paralela del
río el Tejeira a su su diestra, con sus casas dispersas por sus ambos
costados. Entre los edificios hay cercados de piedra que, redondos y
ovales, sugieren pallozas recicladas en huertas.
Se
accede a Villar viniendo de La Villa, por el puente primero sobre el
río Tejeira . Villar con sus gentes abiertas y nobles, es lugar de
acogida de estancia y de tránsito a los pueblos vecinos: Porcarizas de
frente y Tejeira a la izquierda señalizan letreros en “Pico do Lugar”,
primer barrio que sale enseguida al encuentro. Y hacia Airadapedra,
desde el fondo de “En Baixo” cruzando otro puente sobre el Porcarizas y
a través del collado de “El Goladín”.
Volviendo a
la calle principal y central, en sentido del río, enseguida encontramos a
la izquierda la Iglesia dedicada a las santas, nuestras mártires
vírgenes: Bárbara y Lucía: faro y refugio en tormentas y sombras. El
templo es de planta hoy en L y fachada con gran puerta de entrada,
rematada en la típica espadaña afilada con las altas campanas de acceso
exterior. El estilo es el simple montañés parroquial dieciochesco de
los templos de Ancares . Obra en sólida piedra con vidrieras estrechas y
losado a dos aguas. Posee otra entrada lateral precedida por un atrio
enlosado y que ostenta murales de algún cura pintor. El recinto
interior es de única nave con tres clásicos cuerpos: El coro de músicos
elevado a la entrada sobre el sitio de fieles con su confesionario y su
típico púlpito para las homilías. Y después el altar, con sencillo
retablo, presidiéndolo todo. Y luego por fín la gran sacristía lateral
adosada en la base de la L.
La cubierta en peldaños
nos hace pensar que sería añadido de una ermita inicial. Rodeando el
conjunto, un paseo cercado, recorrido piadoso para las procesiones de La
Pascua y las fiestas patronales del pueblo.
Siguiendo
la calle, el barrio siguiente es “Concello Vello”, lugar donde antaño,
reunido en concejo los vecinos del pueblo discutían asuntos de la
comunidad. Una puerta sin uso, sirve hoy de tablón, para bandos y avisos
de la junta local. A la izquierda está “El Barrio” que precede a “A
Costa” una calle en muy idem que cruza la ruta que va a Porcarizas al
nivel de La Escuela, atalaya del pueblo.
Volviendo a
la ruta de la calle central, enseguida nos vemos en la plaza del “Aira
do Teso”. Es la Plaza Mayor, plaza multifunción donde allí casi siempre
se celebran verbenas, conciertos y bailes en las fiestas del pueblo y
se juega a los bolos en variante asturiana que describe muy bien Ismael
en el Foro que tiene Villar en la Guiadelmundo. Pasado esta era, un
desvío a la diestra nos lleva al “Barreal” un otero de casas que
antecede al lugar que llamamos “El Castro” (una reminiscencia de los
celtas ancestros) ya fuera del pueblo .Volviendo a la calle central
solo queda al final el “En Baixo” que es el último barrio habitado por
vivos.
Luego está el cementerio y entre él y el molino que es la
última casa (restaurada a la última) una ristra de huertas con paredes
redondas que es la muestra palpable de las casas de antes. Dicen que es
por ahí que era el pueblo primero con sus casas de paja. Y a raíz de un
incendio lo subieron al sitio actual más moderno, funcional y seguro
al ponerle a las casas las cubiertas de losa. Hoy destacan las casas
remozadas y nuevas, contrapunto a las viejas que aún conservan armónico
ese rancio sabor del pasado entrañable de esta aldea ideal, enclavada
al amparo de los montes de Ancares.