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lunes, 27 de julio de 2009


Hace muchos años que conozco Villar . La primera mirada sobre el pueblo es muy agradable y no hay nada que cause una mala impresión, como desgraciadamente sucede con algunos pueblos.


Creo que en eso tenemos suerte en la mayor parte de El Bierzo.

Pero quizás lo mejor de Villar, siempre ha sido su gente, y pienso que esto a los abogados de la villa no les gustaría demasiado, porque no daban la lata y eso iba en contra de su profesión.

Dentro de su modestia, siempre ha sido un pueblo generoso y muchísimos hemos sido agasajados, quizás sin merecerlo por vecinos de este pueblo.

Mis recuerdos mas frescos son desde que comenzamos nuestra labor en La Cruz Roja. Yo conocía a Rosario, mujer increibre que se hace querer por su generosidad y sobre todo por su innegable honestidad. Ella era siempre la que nos decía por donde deberíamos ir para atacar algunos problemas que había entre la ciudadania. Nunca falló y nosotros en cierto modo nos cubríamos de gloria, pues la confianza era mutua y total.

Allí conocí a Baltasar, Juan y Simóm, a Firme y algunos más...
¡Cuántas experiencias maravillosas! Qué fácil era intentar hacer el bien, con gentes así...Firme...Fermín, se ganó la simpatía de todos los que componemos la Cruz Roja, de los Hermanos de La Cruz Blanca y de todo Villafranca.
Nadie como él ha llegado al corazón de tanta gente ;Él que durante los tres primeros meses no fue capaz de hacer las deposiciones en el water de la residencia y se le aguantó todo lo que quiso hacer...

Salir a la hora que le daba la gana, marcharse a Villar cuando le petaba, intentar poner castañeiros en el jardín del Puesto o pasearse en la ambulancia cuando fingía que estaba malo.

¡ Dios mío, cómo  era este hombre...!

Les reñía a los chicos, cuando tardaban en ir a buscarlo cuando se escapaba a Villar y es que ya más de dos dias en Vilar...non se facía..

Un día escribré la historia de Simón...Eso si que fue un amor puro... O las correrías de Juan en el hospital...O la serenidad de su hermano mayor.

Villar siempre ha tenido gente que ha dado mucho y quizás ha recibido poco, pero eso parece ser que es el tributo que tienen que pagar los humildes.

por Cela