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miércoles, 17 de junio de 2015

Villar en las entrañas

 
A Villar la recorre una calle central,
desde el pico hasta el fondo, paralela al  Tejeira,
 con las casas dispersas por sus ambos costados.

 Entre los edificios hay cercados de piedra
que, redondos y ovales,
nos sugieren pallozas recicladas en huertas.

 Se penetra en  Villar, viniendo de la Villa,
 por el puente primero sobre el río Tejeira

(Hasta  4 los puentes que posee Villar
 y está sólo  la Villa  que lo iguala en el número).

 Villar  es, con sus gentes tan  abiertas y nobles,
 un  lugar de acogida de estancia y de tránsito
 a los pueblos vecinos: Porcarizas de frente
 y Tejeira a la izquierda señalizan letreros
 en "Pico do Lugar" , primer barrio que sale
 enseguida al encuentro.

 Y hacia Airadapedra desde el fondo de "En Baixo"
 Si se cruza otro puente sobre el  río Porcarizas
y a través del collado sobre los “Lentelláis”
 que es el gran  "el Goladín".

Y volviendo a la calle central  y más larga
en sentido del río, enseguida encontramos
 a su izquierda la Iglesia
dedicada a las santas
 nuestras mártires vírgenes: Son  Bárbara y Lucía
>,
los faros y refugios en tormentas y sombras
de las almas y cuerpos.

 Nuestro Templo es de planta hoy en L mayúscula.
Su fachada con puerta se remata en la típica
espadaña afilada, con sus altas campanas
y el  acceso exterior.

 El estilo es el simple aldeano rural
 dieciochesco  de Ancares. Obra en sólida piedra
 con vidrieras estrechas en las anchas paredes
 y losado a dos aguas. Y posee otra entrada
 lateral precedida por un atrio enlosado
 y que ostenta murales de algún fraile pintor.

 El recinto interior es de única nave
 con sus clásicos cuerpos: Un buen  coro de música,
 elevado a la entrada sobre el sitio de fieles
(las mujeres en bancos y los hombres al fondo,
más atrás y de pie) con su confesionario
 y su típico púlpito para las homilías.

 Y enseguida el altar con sencillo retablo
presidiéndolo todo desde una tarima
 elevada unos palmos sobre el suelo de fieles.

 Y por último en fin, lateral sacristía
ç
adosada en la base de la "L "mayúscula.
La cubierta en peldaños  hoy nos hace pensar
que sería añadido de una Ermita inicial.
Rodeando el conjunto un paseo cercado,<
recorrido piadoso para las procesiones
de La Pascua y las Fiestas patronales del pueblo.

 Resiguiendo la calle hacia el barrio siguiente:
Que es  el "Concello Vello" el lugar donde antaño,
 reunido en concejo, los vecinos del pueblo
discutían proyectos de la comunidad.
Una puerta sin uso sirve hoy de tablón
 para bandos y avisos de la Junta Local.

 A su izquierda está "O Barrio" que precede a "A Costa"
 callejón en muy ídem y que cruza en su cúspide,
al nivel de la La Escuela(atalaya del pueblo)
 la ruta hoy  asfaltada que sigue a  Porcarizas.


Volviendo a la ruta de la calle central
 enseguida nos vemos en la plaza anchurosa
 de la "Aira do teso". Es la Plaza Mayor,
 plaza multifunción (que se libra de ser
Plaza del General, pues aquí no llegara
 la  gran filia triunfal) donde allí casi siempre
se celebran verbenas, bailoteos  conciertos
 en las fiestas del pueblo(y antes los entroidos
  permitidos también por la misma razón).
 Y se juega a los bolos, en autóctono estilo,
que describen muy bien un los nativos incógnitos
 en los  Foros del Bierzo sobre pueblos de Ancares.

 Ya pasada esta Era un desvío a la diestra
 nos lleva al " Barreal" un otero de casas
 que antecede al lugar que llamamos El Castro
(una reminiscencia , hoy en ruina y caída ,
de los Celtas ancestros)  y ya fuera del pueblo.


Volviendo a la espina dorsal que es la calle
 del centro, solo queda al final (con perdón)
  a la cola el "Enbaixo" que es el último barrio
 habitado por vivos.

Luego está el Cementerio y entre él y El Molino
que es la última casa (restaurada a la última)
una ristra de huertas
con paredes redondas que es la muestra viviente
 de anteriores pallozas
Dicen que es por ahí que era el pueblo primero
 con sus casas de paja. Y a raíz de un incendio
 lo subieron al sitio actual más moderno,
funcional y seguro al ponerle a las casas,
ya sin plantas redondas, las cubiertas de losa.


Hoy abundan las casas remozadas y nuevas,
contrapunto a las viejas que aún conservan armónico
 ese rancio sabor de pasado entrañable,
de esta aldea ideal enclavada al amparo
de los montes de Ancares.











A Villar la recorre una calle central, desde el pico hasta el fondo, paralela del río Tejeira, con las casas dispersas por sus ambos costados.
 Entre los edificios hay cercados de piedra que, redondos y ovales,
sugieren pallozas recicladas en huertas. Se accede a Villar, viniendo de la Villa, por el puente primero sobre el río Tejeira (Son 4 los puentes que tiene Villar y solo la Villa la iguala en el número). Villar con sus gentes abiertas y nobles, es lugar de acogida de estancia y de tránsito a los pueblos vecinos: Porcarizas de frente y Tejeira a la izquierda señalizan letreros en "Pico do Lugar" , primer barrio que sale enseguida al encuentro.
 Y hacia Airadapedra desde el fondo de "En Baixo" cruzando otro puente sobre el Porcarizas y a través del collado de "el Goladín".
Volviendo a la calle central en sentido del río, enseguida encontramos a su izquierda la Iglesia dedicada a las santas nuestras mártires vírgenes: Bárbara y Lucía, faros y refugio en tormentas y sombras de las almas y cuerpos. El Templo es de planta hoy en L. Su fachada con puerta se remata en la típica espadaña afilada, con sus altas campanas de acceso exterior. El estilo es el simple rural parroquial dieciochesco de los templos de Ancares. Obra en sólida piedra con vidrieras estrechas en las anchas paredes y losado a dos aguas. Posee otra entrada lateral precedida por un atrio enlosado y que ostenta murales de algún fraile pintor.
 El recinto interior es de única nave con sus clásicos cuerpos: El coro de música, elevado a la entrada sobre el sitio de fieles (las mujeres en bancos y los hombres al fondo, detrás y de pie) con su confesionario y su típico púlpito para las homilías. Y enseguida el altar con sencillo retablo presidiéndolo todo desde una tarima elevada unos palmos sobre el suelo de fieles. Y por último en fin, lateral sacristía adosada en la base de la "L "mayúscula.

La cubierta en peldaños nos hace pensar que sería añadido de una Hermita inicial. Rodeando el conjunto un paseo cercado, recorrido piadoso para las procesiones de La Pascua y las Fiestas patronales del pueblo.


Siguiendo la calle hacia el barrio siguiente: el "Concello Vello" lugar donde antaño, reunido en concejo, los vecinos del pueblo discutían proyectos de la comunidad. Una puerta sin uso sirve hoy de tablón para bandos y avisos de la Junta Local. A su izquierda está "O Barrio" que precede a "A Costa" callejón en muy ídem y que cruza en su cúspide, al nivel de la La Escuela(atalaya del pueblo) la ruta asfaltada que va a Porcarizas.

Volviendo a la ruta de la calle central enseguida nos vemos en la plaza anchurosa de la "Aira do teso". Es la Plaza Mayor, plaza multifunción (que se libra de ser Plaza del General, pues aquí no llegara la filia triunfal) donde allí casi siempre se celebran verbenas, bailes y conciertos en las fiestas del pueblo(y antes los entroidos también permitidos por la misma razón). Y se juega a los bolos, en autóctono estilo, que describe muy bien un Poncelas nativo, en el Foro del Pueblo, en el Foro-ciudad.
Pasada esta Era un desvío a la diestra nos lleva a "O Barreal" un otero de casas que antecede al lugar que llamamos El Castro (una reminiscencia , hoy en ruina y caída , de los Celtas ancestros) ya fuera del pueblo.
Volviendo a la espina dorsal que es la calle del centro, solo queda al final (con perdón) a a la cola el "Enbaixo" que es el último barrio habitado por vivos.
Luego está el Cementerio y entre él y El Molino que es la última casa (restaurada a la última) una ristra de huertas
con paredes redondas que es la muestra viviente de anteriores pallozas
Dicen que es por ahí que era el pueblo primero con sus casas de paja. Y a raíz de un incendio lo subieron al sitio actual más moderno, funcional y seguro al ponerle a las casas, ya sin plantas redondas, las cubiertas de losa.
Hoy abundan las casas remozadas y nuevas, contrapunto a las viejas que aún conservan armónico ese rancio sabor de pasado entrañable, de esta aldea ideal enclavada al amparo de los montes de Ancares.

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Para Burbiano con afecto de un Vilarego

Ahí van unos versos que quizás tengan, si no más, dos gordas inconveniencias:

1- Es plagio en la estructura de los sublimes místicos españoles del siglo de Oro, en su poética adoración a Dios.

2.- El empleo de la moda de la K en un soneto; D. Quijote arrasó con los libros de moda caballerescos. Hoy quizás se necesitara un nuevo D Quijote para terminar con los integristas suicidas y de paso con el uso de la K cuando se emplea el castellano en los medios.
Esta moda suele ocultar carencias de ideas propias que se refleja en la falta habitual de consistencia en los artículos que impropiamente incluyen esa letra.

Cuando menos es seguidismo de maliciosos que, con intenciones espúreas buscan desarraigar el castellano en su patria.

La excepción puede ser Burbiano con su inusitada ironía. Es una opinión.

Vaya el soneto:

NO ME MUEVE VILLAR PARA AÑORARTE

MI TU AGUA NI TU AIRE NI TU CIELO

NI ME MUEVE LA NIEVE DE TU PELO

PARA NUNKA OFENDERTE NI OLVIDARTE
TÚ ME MUEVES VILLAR, MUÉVEME HALLARTE
CON GENTE EN iNTERNET EN PLENO VUELO
MUÉVEME DEFENDERTE SIN REVUELO
MUÉVEME SOSTENERTE Y ALKANZARTE

MUÉVEME EN FIN TU SUERTE Y TU SOLERA

QUE AUNKE NO HUBIERA BIERZO TE AÑORARA
Y AUNKE NO HUBIERA INVIERNO TE KISIERA...

Y HOY ME ANIMA UN ESPÍRITU ACERADO
PUES AUNKE LO QUE ESPERO NO LLEGARA
SIENTO EN LA RED ALIVIO INESPERADO.